
ESCUCHANDO: Head over feet de Alanis Morissette
En los días especiales están permitidos los derroches, así que hoy, en lugar de ducharme, me he bañado. Me he llenado de espuma hasta las orejas y me he secado con una toalla de rizo bien suave. Después, aceite corporal e hidratante de almendras. El pelo ha quedado sedoso, listo para acariciar. Luego, un poco de maquillaje: polvos, máscara, brillo en los labios. Y gotitas extra de vainilla detrás del cuello. He sacado mis tacones del armario y me he mirado tres veces en el espejo. O cuatro. Sonrío porque, ¿quién sabe? Porque en los días especiales también están permitidas las sorpresas.
(Que da igual lo lejos que estemos, los días especiales siguen siéndolo =P... te amo!)